Los dias 31 de julio y 1 de agosto serán recordados en los anales del Club Vanette como los dias en los que se desarrolló la pimera reunión de la Asamblea Constituyente del Club Vanette. Participaron en esta primera reunión Diego, Michel, Juampi, Silva Senna y Carlos.
En la primera parte de la reunión, celebrada entre el 31 de julio y el 1 de agosto de 2010 en una cerveceria belga de nombre impronunciable en Móstoles discurrieron las primeras ideas y se decidió formalizarlas en una segunda reunión, esa misma noche del 1 de agosto en El Cafetín, situado también en Móstoles.
En dicho crapulero establecimiento, un Diego en estado etílico como pocas veces se recuerda decidió tomar los mandos de la Asamblea, agarrando papel (el dorso de la factura anterior) y boli y anotó el borrador de las primeras reglas y normas del Club Vanette que se desarrollarán posteriormente en este blog. Decidiéronse también, provisionalmente, algunos plazos. Así, en Septiembre se procurará acelerar las distintas etapas aprovechando el inicio del año académico y estableciendo la cafeteria del Campus de Fuenlabrada como el principal lugar de reunión, para en diciembre tratar de poder adquirir lo más importante de todo: Una Nissan Vanette. Dos agentes de policia y una camarera buenorra fueron los únicos testigos de tan histórica reunión.
2 de agosto de 2010
Érase una vez en Álcazar...
Los orígenes del Club Vanette se remontan al 28 de julio de 2010. Cuatro de sus miembros fundacionales-Carlos, Silva Senna, Juampi y Lizano- se marcharon de excursión a las Lagunas de Ruidera, en la provincia de Ciudad Real.
Dado que el viaje no era corto desde la Capital del Reino, decidieron hacer noche en la casa de campo que Lizano tenia a disposición en su ciudad natal, Alcázar de San Juan, pueblo famoso por sus trenes, sus madres sexys, sus melones y por el artista de la Movilete. Allí en el Chalet, tras cenar con premura unas cintas de lomo y huevos fritos, Silva Senna, Carlos, Lizano y Juampi prepararon un melón regado por Vodka, en repetidas ocasiones, al borde de la piscina.
El Melón comenzó a realizar su trabajo, y las conversaciones chorras entre los cuatro miembros fundacionales empezaban a aparecer. Así, Lizano le propuso a Silva Senna realizar un barato viaje en tren a Toulouse, con el objetivo de realizar una visita a su querido amigo francés, Rafael. En estas, sin saberse todavia ni como ni por qué, Juampi propuso, medio en broma medio en serio, comprar en el futuro una Nissan Vanette para realizar ese tipo de viajes, asegurando que no sería necesaria una inversión importante. La inocente propuesta de Juampi provocó en Lizano uno de sus incontrolables ataques de locura, "Vanette, vanette, putas arfggg" pronunciaba torpemente Lizano, mientras agitaba con nervio sus brazos y lanzaba a Juampi a la piscina.
No se volvería a hablar de la Nissan Vanette hasta dias después, pero quedaría en el recuerdo de los tres compañeros de Lizano su increible ataque de locura.
Dado que el viaje no era corto desde la Capital del Reino, decidieron hacer noche en la casa de campo que Lizano tenia a disposición en su ciudad natal, Alcázar de San Juan, pueblo famoso por sus trenes, sus madres sexys, sus melones y por el artista de la Movilete. Allí en el Chalet, tras cenar con premura unas cintas de lomo y huevos fritos, Silva Senna, Carlos, Lizano y Juampi prepararon un melón regado por Vodka, en repetidas ocasiones, al borde de la piscina.
El Melón comenzó a realizar su trabajo, y las conversaciones chorras entre los cuatro miembros fundacionales empezaban a aparecer. Así, Lizano le propuso a Silva Senna realizar un barato viaje en tren a Toulouse, con el objetivo de realizar una visita a su querido amigo francés, Rafael. En estas, sin saberse todavia ni como ni por qué, Juampi propuso, medio en broma medio en serio, comprar en el futuro una Nissan Vanette para realizar ese tipo de viajes, asegurando que no sería necesaria una inversión importante. La inocente propuesta de Juampi provocó en Lizano uno de sus incontrolables ataques de locura, "Vanette, vanette, putas arfggg" pronunciaba torpemente Lizano, mientras agitaba con nervio sus brazos y lanzaba a Juampi a la piscina.
No se volvería a hablar de la Nissan Vanette hasta dias después, pero quedaría en el recuerdo de los tres compañeros de Lizano su increible ataque de locura.
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